Imagen actual de la fachada marítima de la ciudad de Eivissa. | Irene G.Ruiz

El proyecto de reforma de la fachada marítima de Vila que promueve Autoritat Portuària de Balears (APB) no ha superado el examen de los técnicos. La comisión del Plan Especial de Protección y Reforma Interior de sa Penya, la Marina y Eixample (Pepri), integrada por técnicos del Ayuntamiento de Eivissa y por representantes de los colegios profesionales de arquitectos y aparejadores, ha elaborado un listado objeciones a la propuesta que el ente portuario quiere sacar a licitación para iniciar las obras el próximo mes de octubre.

El listado, que suma una quincena de observaciones, tiene como principal reparo la necesidad de que el proyecto se someta a la Comisión Insular de Urbanismo y Patrimonio (Ciotupha) porque es una actuación que se enmarca dentro del conjunto histórico. Es más, los técnicos recuerdan que esta intervención portuaria «debe respetar la normativa vigente que exige la aprobación de un Plan Especial», pero dado que nunca se ha redactado, de acuerdo a la Ley de Patrimonio balear debe tener el visto bueno de la comisión dependiente del Consell d’Eivissa.

Los técnicos destacan que la actuación se llevará a cabo dentro de la zona Pepri, y que por ello se pronuncian sobre los aspectos patrimoniales y urbanísticos. Una de las observaciones más destacables es el informe desfavorable a la construcción de un edificio destinado a estación marítima que se proyecta junto al Muro, al final del puerto, porque incide «negativamente» en este elemento, que está catalogado como patrimonial en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Sobre el polémico edificio de es Martell, los técnicos no se decantan por si se debe construir o no, pero señalan que, en caso de edificarse, deberá ser de una sola planta.

En lo que se refiere al diseño del espacio urbano, la ponencia solicita que se recupere el arbolado de la plaza Antoni Riquer, una petición que ya se había realizado mediante un proyecto municipal «aprobado y facilitado en su día a Autoritat Portuària», que, sin embargo, no lo reflejó en su propuesta. En este sentido, informan desfavorablemente las pérgolas proyectadas en esta plaza por incumplir el reglamento del Pepri sobre mobiliario urbano, en concreto, el artículo que regula los parasoles. En esta línea, destacan que el proyecto contempla desplegar parasoles en «gran cantidad» y de forma aleatoria, y también los rechaza por «incidir negativamente en la visión de la fachada marítima del puerto viejo».

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