Todos los días voluntarios de Cáritas pesan, clasifican y ordenan todos los alimentos que llegan para que nadie se quede sin turrón ni polvorones

El lema de la campaña de Navidad de Cáritas de este año lleva por título ‘Construyendo espacios de esperanza’. Sin embargo, también podría haberse denominado ‘Por una Navidad con el estómago lleno’. Y es que un año más, esta entidad social se ha propuesto que ninguna de las personas en riesgo de exclusión social de la Isla pasen hambre en estas fechas.

Para conseguirlo, el equipo que dirige Lorena López, responsable de la campaña, ya se ha puesto manos a la obra para intentar concienciar a la población y empezar a clasificar los primeros lotes de alimentos. «La intención es que nadie, por muy pobre que sea o porque duerma en la calle, se quede sin disfrutar en Navidad de polvorones, chocolates o turrones», confirma la propia López.

El primer paso ha sido mandar las cartas a los colegios, institutos, escuelas de idiomas y parroquias que voluntariamente participan en la campaña para, después, el 12, 13 y 16 de diciembre, recoger todo que se haya donado. «Esta es una parte muy importante de la campaña porque también damos charlas de sensibilización que acaban concienciando a muchos jóvenes que, incluso, acaban viniendo a nuestra sede a colaborar», explica Lorena López.

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