Dos socorristas de Cruz Roja hacen una demostración de la silla adaptada. | NATALIA NAVARRO

España únicamente cuenta con diez playas en todo su territorio que sean accesibles totalmente para las personas con algún tipo de discapacidad. Una de ellas está, desde ayer, en Santa Eulària, donde ya ondea una bandera de color amarillo y blanco que así lo certifica y que indica, además, que es la única playa de todo Balears de este tipo.

Se trata de un paso muy importante para la integración total de las personas con discapacidad ya que, tal y como aseguró el alcalde del municipio, Vicent Marí, se ha conseguido que «una cosa tan sencilla como darse un baño sea una experiencia al alcance de todos».

Algo que ha sido posible gracias a una serie de actuaciones junto a la playa que incluyen, por ejemplo, una pasarela adaptada que comienza en el paseo y termina en el agua y que ya comenzó a funcionar antes del verano; una silla anfibia para entrar y salir del mar; baños y duchas adaptadas específicamente para este colectivo e, incluso, unos timbres inalámbricos que servirán para avisar a los socorristas en caso de emergencia o pedir las llaves de los aseos.

Además, en el entorno de la playa se han habilitado plazas de aparcamiento reservadas para personas con discapacidad y se ha delimitado un itinerario que incluye cambios de nivel a través de rampas, bien delimitado y con pavimento antideslizante.