Las dos jóvenes diputadas por Balears, ante la conocida pastelería La Mallorquina, en el centro de Madrid.

Entre los ocho diputados de Balears en el Congreso destacan, por jóvenes y novatas en esta legislatura, iniciada en noviembre de 2011, la diputada socialista por Eivissa, Sofía Hernanz Costa, de 43 años, y la diputada ‘popular’ por Mallorca, Mariona Ares Martínez-Fortún, de 32.

«El primer día en el Congreso la verdad es que te sientes muy desubicada, a la vez que estás muy emocionada», explica Hernanz, cuyo padre es madrileño. «Recordaré siempre la primera jornada en las Cortes en la que tenía una reunión y no había forma de llegar; me perdí y, por suerte, me rescató el diputado Rafael Simancas», añade, tras explicar que el trabajo en la Cámara Baja, los primeros días, «se vive con mucha intensidad».

La representante política ibicenca agradece la labor de anfitrión de Pablo Martín, diputado por Mallorca, a la hora de ayudarle a integrarse al ritmo de la capital. «Cariñosamente, Guillem Garcia –diputado por Menorca– y yo le llamábamos nuestra niñera. Pablo hizo que nuestra entrada aquí fuera muy sencilla», recuerda.

El peor momento, para Hernanz, tuvo lugar en la primera convocatoria de ‘Rodea el Congreso’. «Fue tristísimo. Sentir que estaba rodeada por la Policía y separada de los ciudadanos fue una sensación muy desagradable». Mejor fue buscar un alojamiento para vivir en Madrid. «He seguido la tradición de los diputados pitiusos y vivo en un hotel propiedad de unos ibicencos».

En cuanto al ocio, apenas lo ha disfrutado. «Por la intensidad del trabajo no he podido visitar ningún espacio social o cultural de Madrid. Me gustaría conocer el Madrid de los Austrias y tengo pendiente ir a los museos del Prado y Reina Sofía. Eso sí, un día fui al Retiro».