Imagen del pequeño Blai junto a sus padres y a su hermana Aura en el hospital de Formentera.

El primer neonato de Formentera se hizo esperar hasta ayer miércoles día cuatro del nuevo año. Nacía después de un parto natural sin más complicaciones que cierta dilación en el parto, ya que su madre, Neus, empezaba a notar su llegada a las tres de la madrugada y el retoño se hacía esperar hasta poco después de las diez y media de la mañana siguiente. Felipe, su padre, se mostraba feliz por el nacimiento del segundo hijo de la pareja: «Ha ido todo muy bien; ha sido un parto muy sencillo y bien, con mucha ilusión, y aún más si cabe porqué ha sido el primero del año».

Preguntado por el nombre elegido para el bebé, Felipe nos explicaba que este tiene una fuertes connotaciones de Formentera: «Le hemos puesto Blai en honor a los abuelos de Neus, que son de Can Blaiet de la Mola».

Blai compartirá progenitores con Aura, su hermana cuatro años mayor. Ésta lleva su llegada con cierta sorpresa. «Para ella es un poco chocante. Eso sí, está muy ilusionada y controlando en todo momento lo que hace su hermanito».

El parto fue atendido por la matrona Ana Olmeda y tanto el niño como la madre se encontraban en perfecto estado ayer por la tarde, aunque, eso sí, Neus un poco cansada por el esfuerzo y Blai algo rebelde y llorón después de nueve meses plácidamente alojado en el vientre de su madre.