Esta semana ha empezado el tratamiento terrestre contra la procesionaria del pino en Formentera, donde se declarará la existencia de plaga de este insecto en toda la superficie de la isla.

Así lo recoge la Resolución que se publicará en el Boletín Oficial (BOIB), a raíz que el Consell Insular de Formentera solicitara la intervención urgente del Govern.

El Servicio de Sanidad Forestal de la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca ha diseñado un plan de dos años que comprende la colocación de feromonas y la aplicación de un tratamiento terrestre para este año, y un tratamiento aéreo para el próximo.

El tratamiento terrestre se basa en la aplicación de un producto insecticida formulado a partir de la bacteria Bacillus thuringiensis variedad kurstaki (BTK), que se encuentra de manera natural en el suelo y las plantas y es compatible con las abejas.

Este medio se considera adecuado para el tratamiento de superficies accesibles de pequeña extensión, entornos de masa forestal y pinares próximos a zonas residenciales, viviendas o espacios frecuentados por personas, como áreas recreativas o fincas públicas, ya que es una técnica concreta y precisa y permite dirigir el tratamiento con exactitud.

La aplicación se hace mediante un cañón de fumigación montado sobre un vehículo, o bien autopropulsado, equipado con un depósito mínimo de 400 litros y de boquillas que permiten la polvorización del producto fitosanitario, que se tendrá que aplicar dos veces, con un mínimo de diez días de diferencia para poder controlar las orugas que hayan nacido después de la primera aplicación.

El tratamiento se alargará durante un mes, con lo cual se incrementará la efectividad del producto biológico que se utiliza.

Dado que el tratamiento terrestre se encuentra limitado por la necesidad de caminos o pistas forestales por donde pueda transitar el vehículo, habrá zonas que quedarán sin tratar.

Por lo tanto, este año se conseguirá reducir la plaga, y en octubre del año que viene se acabará de controlar con un tratamiento aéreo.

Se ha planificado tratar 83 km de caminos dentro de un área de 2.206,49 ha, que incluye el cap de Barbaria y el monte Guillem hasta cala Saona y ses Bardetes.

La superficie planificada es de 120 ha en cada una de las dos pasadas de tratamiento terrestre.

De los 83 km planificados para el tratamiento terrestre, 18,49 están incluidos dentro de zonas LIC y ZEPA denominadas cap de Barbaria.