Una trabajadora achicando agua con el palo de una escoba del toldo del establecimiento donde trabaja en Formentera.

Una considerable masa nubosa proveniente del suroeste descargó con fuerza, con intermitencias y sin aparato eléctrico, y provocó un brusco descenso de la temperatura.
En Sant Francesc, los viandantes se refugiaron en bares y negocios a la espera de que amainara el temporal. En las tiendas de ropa y regalos, los dependientes se afanaron para guardar dentro de los locales los expositores que ocupan las terrazas y en los bares achicaban el agua acumulada en los toldos.
Después de unos minutos de calma, una masa de aire frío trajo de nuevo las nubes sobre la isla y a las 12.30 horas sobrevino el segundo chaparrón con igual intensidad, aunque por un período de tiempo que no superó los 15 minutos. El comentario mayoritario de los vecinos residentes «refugiados» bajo techo era, «al fin, esta lluvia era muy necesaria después de un verano tan seco y caluroso».
La noche anterior también se produjeron precipitaciones, esta vez sí acompañadas de rayos y truenos y que dejaron en algunas zonas como Porto Saler, 35 litros por metro cuadrado.
Según los datos de la Aemet, Formentera registró ayer en total cerca de 20 litros por metro cuadrado con todas las precipitaciones de ayer.