El antiguo cementerio de Sant Francesc, a punto para la reforma. | Marco Torres - M.V.

El Consell de Formentera ha iniciado las obras para convertir el cementerio viejo de Sant Francesc en un espacio abierto a la ciudadanía.

La entidad presentó en la mañana de ayer las obras de restauración. La encargada de informar sobre el proyecto fue Sònia Cardona, consellera de Cultura i Patrimoni de la institución, que estuvo acompañada de Miquel Àngel Riera, en representación del Bisbat d’Eivissa i Formentera; Marià Castelló, arquitecto redactor del proyecto y Jaume Escandell, técnico de patrimonio del Consell de Formentera.

En la presentación, Sònia Cardona y Miquel Àngel Riera explicaron que la restauración del Cementerio Viejo de Sant Francesc Xavier se realiza en el marco de la necesaria colaboración de la Iglesia con las diferentes administraciones de las islas que establece el artículo 4 de la Ley 12/1998, de 21 de diciembre, del patrimonio Histórico de Balears. De este modo, el Consell de Formentera asume la restauración de este bien patrimonial titularidad del Bisbat.

Operativo hasta 1940

Jaume Escandell, técnico de patrimonio, ha indicado que «el Cementerio Viejo es un elemento arquitectónico del siglo XVIII que ya existía el 1757 y que estuvo operativo hasta 1940, cuando se empieza a enterrar al actual cementerio, la construcción del cual se había iniciado el 1938». El Cementerio Viejo forma parte del núcleo primigenio de Sant Francesc Xavier y por este motivo se encuentra incluido dentro del bien de interés cultural, en la categoría de conjunto histórico, de esta localidad.

Marià Castelló, el arquitecto redactor del proyecto, indicó que el proyecto tiene «tres objetivos, que son consolidar este elemento, usando los mismos sistemas constructivos del propio bien, recuperarlo por la ciudadanía, que pueda pasear, no como por ejemplo que está cerrado a la gente, y también un objetivo didáctico, es decir, reflejar las partes históricas que encontramos en este lugar, cruzado por el medio por una línea imaginaria que une dos hitos de las tierras que fueron concedidas a Marc Ferrer».

Teniendo en cuenta la relevancia del inmueble desde el punto de vista del patrimonio cultural, el Consell, antes de iniciar la redacción del proyecto, encomendó la realización de un estudio histórico y de la evolución constructiva, de acuerdo con el que establecen las Normas Subsidiarias de Formentera en la hora de actuar en inmuebles con protección patrimonial. El estudio, coordinado por el historiador Antoni Ferrer Abárzuza, reveló que inicialmente el recinto era más pequeño y que en 1839 se creció por los lados noroeste y sudoeste y logró, así, el perímetro actual. Las capillas también corresponden a finales del siglo XIX.

Las conclusiones del estudio histórico y arqueológico pusieron de relevo el elevado interés científico de los restos óseos que se conservan, teniendo en cuenta que corresponden a un periodo cronológico muy acotado —desde el siglo XVIII hasta 1940— que permitiría obtener información de gran importancia en relación a la población de aquel periodo cronológico, como son aspectos demográficos, características físicas de los individuos, condiciones de vida, enfermedades y patologías. Por este motivo se decidió llevar a cabo este estudio, que dirigió el Dr. Nicolás Márquez-Grant, y que se centró en una parte de la osario mediante la aplicación de metodologías propias de la antropología física y de la anatomía forense.

El estudio histórico y arqueológico sirvieron de base para la redacción del proyecto de restauración, encargado al arquitecto Marià Castelló Martínez. La inversión total del Consell insular de Formentera en el estudio y restauración del cementerio viejo de Sant Francesc será de unos 57.000 euros.