La crisis generada en el Parlament tras la inexplicable expulsión de dos diputadas de Podem, una de las cuales es nada menos que la presidenta de la Cámara, Xelo Huertas, va camino de convertirse en todo un sainete que ni los más imaginativos pudieron soñar. La portavoz del Govern, Pilar Costa, reconoce que esta es la crisis institucional más grande que se haya visto durante los años de parlamentarismo. ¡Nada menos! Importante giro en la percepción de la crisis, pues no hace muchas semanas negaban que la expulsión de Huertas y Montse Seijas afectara en lo más mínimo al Ejecutivo de Armengol.

Laura Camargo considera que el PP ha comprado a Huertas. Reconoce así que anteriormente eran ellos quienes la tenían comprada con un sueldo público. Y en todo caso, si Huertas ha sido comprada es porque Podem la puso en venta. Tenían que haberlo pensado antes de purgarla por meros comentarios en Telegram, cosa que no valoraron adecuadamente trasladando una disputa interna de Podem a las instituciones. ¿O es que realmente creían que Huertas y Seijas iban a entregar su acta de diputadas para que entraran los siguientes en la lista de Podem? ¿De verdad pensaban que sería tan fácil deshacerse de las dos diputadas críticas? Hasta Jesús Jurado, vicepresident del Consell de Mallorca, reconoce que faltó mano izquierda en la resolución del conflicto. Es lo que tiene la falta de experiencia y el exceso de impulsividad, por más que se cuente con la aquiescencia de Pablo Echenique, que hoy anda por Palma. Tener el respaldo de la dirección nacional en nada ha contribuido a que la crisis se resuelva favorablemente, algo que tampoco calculó Alberto Jarabo.

Camargo se lamenta de que Huertas pretenda judicializar su expulsión de la presidencia de la Cámara autonómica. ¿Acaso no previeron que tal actitud entraba dentro de lo posible? ¿Realmente creyeron que Huertas y Seijas no irían a los tribunales, lo que hace que sabe Dios cómo puede acabar el asunto? Huertas pide que no se vulneren sus derechos al apartarla de la presidencia, lo que demuestra que jamás debió ser promovida al cargo porque alguien que antepone sus derechos individuales al buen funcionamiento y el prestigio del Parlament, se retrata a sí misma. Huertas solo mira por ella sin atender a nada más. Pero ¿acaso no lo hacen todos? ¿Acaso el PSIB, Més, Podem o el PP no hacen lo mismo? Todos participan del sainete.