Para ejercer la autonomía hay que entenderla. Es imposible defender la autonomía política y financiera del Consell de Eivissa si no se entiende ni se cree en ella.

El Partido Popular de Eivissa viene denunciando un proceso agresivo de recentralización llevado a cabo por el Govern socialista de Armengol: se obvia la decisión del Pleno del Consell de no proceder a la legalización de pisos turísticos ilegales en nuestra isla; se recortan ATE’s en nuestros centros educativos; las inversiones educativas que el Govern hace en otras islas con sus fondos aquí siempre están sujetas a la condición de que los ayuntamientos ibicencos las financien; ni pinchamos ni cortamos en las decisiones sobre nuestro Derecho Foral propio; se fulmina al Consell Insular retirándole la dotación de una competencia propia como es la promoción turística y la deuda del Govern por los anticipos del sistema de financiación -ideados por los socialistas- van a eliminarla recortando directamente al Consell los 11 millones de deuda que se mantienen derivados de aquel sistema alegal.

Ante lo anterior, el presidente del Consell de Eivissa no ha dicho esta boca es mía desde junio de 2015.

Jamás hubiéramos imaginado que el federalismo interior que predica Armengol consistiera en esto. Ni que el líder nacionalista mallorquín Biel Barceló -que visita el Fossar de les Moreres para reclamar la independencia de Catalunya- se comportara con Eivissa como un auténtico jacobino. No obstante, la sumisión de la federación socialista ibicenca ya la conocíamos y no nos extraña.

‘Autonomía’ significa que los Consells son autónomos para aceptar o no el traspaso de una competencia por tanto, eso de que ‘habiendo aceptado el Consell d’Eivissa la competencia de promoción se rompe la igualdad entre Consells’ es una solemne tontería, ¿o resulta que la autonomía sólo se reconoce a Mallorca para no aceptar, por ejemplo, las competencias de transporte que si han aceptado los demás? ¿Cuándo no acepta las competencias Mallorca no pasa nada y cuando las acepta Eivissa se rompe la igualdad? ¿Estos son los argumentos?

Con la Ley de financiación de Consells habíamos conseguido que la autonomía de los Consells se viera fortalecida, que los incrementos de ingresos de la CAIB se vieran inmediatamente trasladados a los Consells sin necesidad de mendigar y que los fondos derivados de las transferencias no tuvieran que justificarse. Y hoy sin embargo, el Presidente del Consell –gran estratega- renuncia a los fondos de promoción y acepta que le vengan vía convenio, es decir, condicionados a su justificación.

Llevamos un año y medio de gobierno progresista del Consell situados en la irrelevancia. La irrelevancia en el concierto autonómico pero también la irrelevancia en el ámbito propio. Los presupuestos para el 2017 recogen un incremento de 4,6 millones de euros, todos ellos directamente de la Ley de Financiación que no se han leído, y se decide destinar 4 millones más a gasto corriente y sólo 600.000 euros a inversión, aunque bien visto, tampoco hace falta porque la carencia de proyecto político e ideas les lleva a presupuestar cada año las mismas inversiones y la incapacidad de gestión les lleva a endosar a los Ayuntamientos las obras que debería hacer el Consell.

No existe un proyecto político definido más allá de las moratorias de todo (PTI, ley turística, ley del suelo, ley agraria, las inversiones propias, etc.). No existe mayor ambición que rendir pleitesía al “No es No” de Armengol también para con Eivissa.

Es cierto, que para reivindicar y ejercer la autonomía hay que entenderla y creérsela. Desde el Partido Popular seguiremos reivindicando la autonomía del Consell, planteando las soluciones y animaremos al Presidente del Consell a que como ‘el león cobarde de OZ’ busquen en su interior la valentía y el coraje necesario para que alguna vez –ni siquiera hace falta que todas- defienda los intereses de Eivissa.