Llega el invierno y es momento de hacer balance de cómo ha ido el verano: si ha sido mejor que el pasado, si ha venido más gente o no, qué es lo que se debe mejorar y cómo se podría hacer. Y es entonces cuando vuelven a resurgir los temas ‘de toda la vida’ en Ibiza y Formentera: la desestacionalización, el intrusismo en hostelería y comercio, la falta de control por parte de las autoridades, si faltan o está bien el número de taxis legales, qué hacer para combatir a los ‘piratas’ del taxi, los ‘party boats’, los vertidos fecales de emisarios y depuradoras de la isla, la venta ambulante, la falta de vivienda a precios asequibles para gente de Ibiza, la ocupación privada de las playas, cómo controlar los fondeos... Y entonces llega el turno de reuniones y más reuniones entre políticos durante estos meses de invierno para buscar soluciones y ver qué se puede hacer para mejorar. Todo ello aderezado, mientras tanto, con unas cuantas obras en núcleos urbanos y carreteras, que buena falta hacen en según qué sitios y, por supuesto, es mejor hacerlas en invierno que en verano con miles de turistas ‘pululando’ por playas y calles de las islas, de esto no cabe duda. Pasarán estos meses de reflexión interna y entonces llegará marzo y abril y la temporada se habrá adelantado y, casi sin darnos cuenta, ya estaremos metidos de nuevo en el ajetreo del verano y con pocos avances en los mismos problemas que arrastran Ibiza y Formentera desde hace años. Entonces volverán las quejas de siempre porque hay muchos taxis piratas, mucha venta ambulante, muchos coches, falta de vivienda a precios asequibles....En fin, el día de la marmota a la pitiusa.