El pasado miércoles celebramos el día de acción de gracias y de petición. El Evangelio de este domingo nos habla de la curación de diez leprosos.

El Señor se entristece porque de los diez leprosos que curó solamente uno volvió a Jesús para darle gracias. El extranjero que da las gracias al Señor por su curación, recibe un don mayor. " Tu fe te ha salvado". Los cristianos debemos acostumbrarnos a elevar nuestro corazón a Dios, en acción de gracias todos los días. Demos gracias por todo, porque todo es bueno: por la salud, por la vida, por la fe. Por lo que nos hace sufrir y por lo que nos da felicidad. Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes. Porque te han humillado o porque te han ensalzado. Por la familia, por los amigos. Porque hizo a aquel hombre más inteligente, a ti más ignorante. Gracias por haber creado el Sol, la Luna y las estrellas. Gracias porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también nuestra Madre. Ser agradecidos es ser bien nacidos. La gratitud es una de las cosas más nobles que podemos practicar. Demos gracias a Dios por todos los beneficios recibidos.