Una sentencia del Tribunal Supremo ha dictaminado que los bancos tienen que pagar los gastos generados por la constitución de una hipoteca. Es decir, las entidades bancarias deben hacerse responsables de abonar los gastos de notario, impuesto de actos jurídicos documentados y registro. Hasta ahora era el comprador que suscribía la hipoteca el que tenía que abonar estos gastos, además del coste de una gestoría que elegía el propio banco. Todo esto es ilegal y ya hay bancos que están cambiando las condiciones de constitución de hipotecas para blindarse, al menos, con la mitad de los gastos. Ahora las entidades proponen compartir gastos con el cliente.

Justicia. De nuevo, los jueces han dado un varapalo a las entidades bancarias. Hace unas semanas el Tribunal Europeo dictaminó el pago de las cantidades abonadas de forma irregular con las cláusulas suelo, pero ahora la decisión judicial afecta a todos aquellos ciudadanos que hayan formalizado una hipoteca. Los bancos ya han lanzado balones fuera. Dicen que hay que estudiar caso por caso (el mismo argumento que usaron con las cláusulas suelo) pero es contradictorio que intenten demorar sus responsabilidades con la constitución de hipotecas y, por otro, algunas entidades ya modifiquen las condiciones para suscribir un crédito hipotecario. Sin duda, las entidades bancarias no pasan por su mejor momento. Y la Justicia, además, está actuando en favor de los consumidores.

Responsabilidades. Urge que los bancos asuman sus responsabilidades. Que devuelvan lo pagado de más a las personas que han suscrito hipotecas, pero además tienen que hacerlo por responsabilidad. No conviene olvidar que las entidades bancarias tuvieron que ser rescatadas con dinero público por su mala gestión. Los bancos cumplen una función social, son imprescindibles en la economía, pero no estaría de más que apliquen fórmulas legales y respetuosas con los consumidores. La usura es un concepto del siglo pasado.