El genial humorista Groucho Marx decía: «Si no te gustan mis principios, tengo otros». Es lo que parece que quieren convertir los dirigentes de Podemos la política ibicenca. «Como no me gusta este informe, hazme otro». Así de grave e irresponsable, saltándose la ley a la torera, sin el más mínimo respeto por la legalidad vigente. Y lo peor de todo es que no se esconden, que lo dicen abiertamente, lo que aún es más preocupante. Una vicepresidenta del Consell no puede decir que pidieron al Govern otro informe urbanístico porque el que habían hecho los técnicos no les gustaba. Y un diputado autonómico no puede plantear que hay que eludir una ley hecha en la etapa del PP. Para eso se supone que algunos ciudadanos eligieron a Aitor Morrás, para que cambie las leyes que considere oportunas en el Parlament, pero para hacerlo necesita los votos suficientes y de momento Podemos no tiene mayoría absoluta. Mientras tanto, Podemos debe respetar las leyes actuales porque son las que tienen los ciudadanos para cumplirlas.

Tics preocupantes. No es bueno para un Estado de derecho que una representante política admita que ha solicitado un informe jurídico diferente porque no le gustaba el que le habían hecho los técnicos. Los funcionarios deben cumplir las leyes. No hacerlo es un delito. Pedir que se cometa un delito es una irresponsabilidad total y absoluta. Es increíble que el PP, que supuestamente hace oposición en el Consell, no haya salido ya públicamente para pedir la dimisión de una responsable política que pide incumplir la ley. Y también sorprende que el presidente del Consell, una persona responsable y moderada, siga tolerando este tipo de salidas de tono de sus socios de gobierno. Incomprensible, de nuevo, la inacción política en estas, que estemos en manos de unos forofos de la política que quieran saltarse la ley.

Cambien las leyes. La izquierda gobierna en Balears y en Eivissa. Son ellos los que tienen que cambiar las leyes que consideren que no se adaptan a su modelo político. Pero el problema es que en lugar de modificar leyes que contenten a la actual mayoría política los partidos de izquierdas siguen atascados en temas menores: cambiar directivos en IB3, discutir por una Facultad de Medicina, y debatir sobre cuestiones para sacar un rédito político. Lamentablemente, ese es el nivel de la clase política. Pero intentar saltarse la ley es una línea roja que no debe consentirse nunca.