EditorialEivissa28/05/16 0:00
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El grupo Podem-Guanyem en el Consell d’Eivissa ha cerrado filas en torno al conseller insular de Medio Ambiente, Miguel Vericad, mostrándole su apoyo ante la ampliación de la denuncia que presentó una entidad animalista en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Eivissa por el asunto de la matanza de las cabras de Es Vedrà. Recordemos que la denuncia fue contra él y también contra la directora general de Espais Naturals i Biodiversitat del Govern, Caterina Amengual. Hasta aquí nada que objetar porque es natural que el partido al que pertenece Vericad le respalde en una situación que no es agradable. Sin embargo Podem-Guanyem aprovecha para denunciar una supuesta campaña mediante la interposición de denuncias que suponen un encarnizamiento personal contra Vericad con el objetivo de enfangarle.

Grupos animalistas. Es absolutamente improcedente que Podem-Guanyem hable de campañas orquestadas contra Vericad y a la vez manifieste respetar los sentimientos de los grupos animalistas y sus movilizaciones de protesta en contra del procedimiento utilizado para eliminar la cabaña caprina del islote, porque justamente son esos sentimientos los que conducen a la Asociación Animalista de les Illes Balears (ASSAIB) a emprender acciones judiciales contra quienes ellos consideran responsables del sacrificio de las cabras por acción o por omisión, uno de los cuales es el conseller insular de Medio Ambiente.

Tomar decisiones. Ninguna campaña se percibe aquí. Y haría bien Podem-Guanyem en tomar conciencia de que estar en el gobierno supone tomar decisiones, decisiones que a veces gustarán y otras no gustarán. Y que puede haber quien a la vista de aquellas, considere que se le ha perjudicado o directamente que suponen un delito, motivo por el cual deciden acudir a los juzgados. Eso no presupone que haya campaña de ningún tipo ni contra nadie. Vericad cuenta con la presunción de inocencia de su lado y si su proceder y el de Amengual no merecen reproche penal, lo establecerá la Justicia. Argüir que él fue un mero espectador al carecer de competencias resulta bastante lastimoso, pues desde el minuto uno se mostró a favor del exterminio de las cabras.