El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, felicita a Jean-Claude Juncker tras su elección como presidente de la Comisión Europea. | Patrick Seeger

El político conservador luxemburgués Jean-Claude Juncker fue refrendado ayer por la Eurocámara como el futuro presidente de la Comisión Europea (CE) para los próximos cinco años, en los que el Ejecutivo comunitario tendrá que liderar la recuperación de la crisis.

Juncker, que obtuvo 422 votos a favor y 250 en contra, había sido designado candidato para el cargo por el conservador Partido Popular Europeo (PPE), la formación que consiguió mayor representación en la Eurocámara en los comicios del pasado 25 de mayo.

Se trata de la primera vez que, en cumplimiento del Tratado de Lisboa (2009), se elige a un presidente de la CE predesignado previamente por su grupo político y que se vincula la elección del jefe del Ejecutivo comunitario al voto ciudadano.

Peor, la mayoría de eurodiputados españoles -32 de un total de 54- evitó apoyar a Juncker, ya sea votando en contra como los representantes del PSOE y del resto de grupos de izquierda o absteniéndose. El PSOE cambió el voto a última hora, siguiendo instrucciones de su futuro secretario general, Pedro Sánchez.

Entre los españoles, sólo han votado 'sí' a Juncker los 16 eurodiputados del PP; el representante de Unió Democràñtica de Catalunya; los dos representantes de Ciudadanos; dos de los cuatro parlamentarios de UPyD (Francisco Sosa Wagner y Fernando Maura); y la eurodiputada del PNV, Izaskun Bilbao.

Crecimiento

El jefe de la delegación del PP en la Eurocámara, Miguel Arias Cañete, ha asegurado que «desde el punto de vista español, Juncker va a desarrollar políticas muy importantes para nuestro país» al apostar por el crecimiento y el empleo.

Para Cañete, votar en contra del luxemburgués como han hecho los socialistas españoles es «situarse al lado de los euroescépticos, de los eurófobos, de la extrema derecha francesa».