Menorca aspira a convertirse en el centro de producción de la mejor mahonesa artesana del mundo. Detrás de este anuncio tan ambicioso está un proyecto de gran envergadura hecho público este mes de setiembre, tras el que se encuentra el crítico gastronómico Borja Beneyto, madrileño enamorado de nuestra isla y autor cada verano en El Confidencial de su particular Cuaderno Matosas de recomendaciones de los mejores manteles. Inversión de diez millones de euros en cinco años, creación de treinta a cuarenta puestos de trabajo, acciones de responsabilidad social y la reivindicación de dar a conocer al mundo entero el origen de la mahonesa. Inyección de moral para el maltrecho sector primario y evidentemente para todos los menorquines por su compromiso con la isla. Este tipo de noticias ilusionan a cualquiera (las instituciones imagino que deben estar dando palmas) pero al mismo tiempo generan la duda del menorquín escéptico (que los hay) porque ha escuchado otros cantos de sirena edulcorados de un buen marketing que quedaron en el país de nunca jamás. Volver a industrializar Menorca, pero haciéndolo con este tipo de iniciativas, ayudarían a equilibrarla económicamente y evitaría tener que poner todos los huevos en un mismo cesto, turísticamente hablando. El plan Matosas es al mismo tiempo ambicioso porque entre los objetivos declarados por su impulsor está el de tomar el relevo de lo que representó El Caserío en los años 60 y ser un motor para el sector agrario y ganadero, capaz de transmitir identidad gastronómica menorquina. En cualquier caso, mi total apoyo a que el sueño del “alioli bo”, se haga realidad. Las empresas agroalimentarias capaces de producir valor añadido nos convienen.

Ahora bien, que la mahonesa tiene sus orígenes aquí nadie debe tener la menor duda y sino que se lo pregunten a QP, la mayor empresa productora de salsas de Japón que organizará un evento gastronómico este mes de octubre en el recinto ferial de es Mercadal. Persiguiendo los orígenes del producto, aterrizaron aquí para grabar un spot. El gigante asiático estaba conmemorado los 90 años de su fundación y estuvo en febrero para confirmar las localizaciones de uno de los cinco anuncios con los que había decidido celebrar la efeméride. Su producto, adaptado al paladar japonés (está aromatizada con salsa de soja, mostaza y vinagre de arroz), difiere claramente del producto original pero su Kewpie Mayonnaise se vende no solo en el país del Sol Naciente sino también en Estados Unidos.