Balears lidera el número de reservas y áreas marinas protegidas en España. En total, 61.000 hectáreas de las aguas interiores del Archipiélago están protegidas bajo la figura de reserva marina que, en las últimas semanas, ha venido marcada por la polémica tras la decisión del Govern de prohibir la pesca submarina en la reserva de Llevant.

Esta figura de protección marina tiene, según el jefe de Recursos Marins del Govern, Antoni Grau, una doble vertiente. Además de preservar los hábitats y mejorar el estado de las poblaciones de especies marinas, también favorece la pesca de artes menores. «Con ello, intentamos que los pescadores puedan tener más capturas, y suministrar más pescado y de mayor talla a la población», asegura mientras añade que esto reporta un beneficio económico para el sector.

La Federació de Cofradies de Pescadors de Balears ha sido una de las impulsoras de la protección de estos espacios, a pesar de que su actividad pesquera haya sido restringida para todas las actividades. En la actualidad, Balears cuenta con un total de ocho reservas marinas creadas con el objetivo de que haya una regeneración natural de los recursos que allí habitan.

Sector turístico

Pero estas figuras no implican únicamente una vertiente ecológica. El sector turístico también ha sido pieza clave en este tipo de declaración. Así lo asegura Antoni Grau quien recalca que en 1982 el Govern impulsó la creación de la primera reserva marina de España en la zona de Palma a propuesta de los empresarios turísticos.

«Era la primera reserva que se hacía en el Estado aunque, en realidad, salvo la declaración formal, jamás se llegó a desarrollar la norma hasta el año 2000», añade Grau. Pero este interés del sector turístico era clave ya que «las reservas marinas son figuras de protección que tienen un valor tanto medioambiental para quien trabaja en el mar como para aquellos que lo observan», asegura. El responsable de Medi Marí se refiere a las actividades de buceo que, en estas zonas protegidas, han suscitado un gran interés y, consecuentemente, una nueva fuente de ingresos económicos. «Solo en El Toro este año han habido 25.000 personas buceando en sus aguas», recalca. Así pues, la preservación puede observarse desde prismas muy diferentes.

Para los ecologistas, el actual número de hectáreas de Reservas Marinas, sumado a las aguas exteriores, a los parques naturales y al parque nacional de Cabrera son todavía insuficientes. Mientras, los pescadores son más prudentes y aseguran que la «creación de la nuevas reservas debe ser acordada con los distintos sectores afectados» ya que no se trata de «ir creando reservas marinas sin ton ni son» sino que deben «estar justificadas científicamente», según señala el secretario general de la Federació balear de Cofradies, Antoni Garau. De momento, Mallorca cuenta con seis espacios marinos protegidos bajo la figura de reserva. Son la bahía de Palma comprendida entre el Club Nàutic de s’Arenal y Cap Regana; la reserva marina del Migjorn al sur de la isla; El Toro y las Illes Malgrats creada en 2004; la del Llevant de Mallorca que está unida a la de Cala Rajada (esta última de ámbito estatal) y finalmente la del Freu de sa Dragonera creada este mismo año. A ellos hay que añadir la reserva del norte de Menorca y la de es Freus en las Pitiüsas.

Otro de los sectores afectados por las reservas son los pescadores recreativos. Bernadí Alba es el responsable de la Associació Mallorquina de Pesca Recreativa Responsable y recalca la importancia de estas figuras pese a que les afecte con un uso restrictivo. «Supone garantizar las poblaciones de peces para un futuro», señala contundente.

Es más, Alba considera más que es urgente tomar medidas en la zona de la costa de Sóller y crear allí una nueva reserva para garantizar la población de especies que allí habitan. Esta es una reclamación histórica de pescadores profesionales y recreativos ya que ha disminuido considerablemente.

Por contra, Bernadí Alba califica de «despropósito» la decisión del Govern balear de prohibir la pesca submarina en la reserva del Llevant. Considera que debe haber un control de los pescadores subacuáticos ya «tienen la obligación de declarar las capturas una vez llegan a tierra», explica, pero considera innecesaria su «prohibición». Desde el Govern califican de «incompatible» la pesca submarina con la reserva.