Huertas presidiendo el pleno, recién conocida su expulsión, mientras intervenía Jarabo. Foto: JOAN TORRES

La comisión estatal de garantías de Podemos comunicó ayer a la dirección del partido en Balears ayer la expulsión definitiva de la presidenta del Parlament, Xelo Huertas mientras se celebraba el debate final de los Presupuestos y abrió una situación inédita que deja las relaciones entre el Govern y el partido morado en su peor momento.

Alberto Jarabo, secretario general del partido en las Islas, comunicó la decisión a los medios de comunicación nada más que le fue transmitida a la afectada y antes de preparar una estrategia con la presidenta del Ejecutivo, Francina Armengol, que se mostró visiblemente molesta. Todo este asuntó reventó la trascendencia que el Ejecutivo había dado al debate de ayer.

Alberto Jarabo reclamó a Huertas que dejara el escaño y, por tanto, la presidencia del Parlament sin esperar a activar el complejo mecanismo de relevo. No lo hará. No dimitirá ni dejará el escaño. Se irá al Grupo Mixto. Xelo Huertas siguió presidiendo el pleno en un clima de tensión sin precedentes y, tras la aprobación de las cuentas autonómicas, dijo lo siguiente: «Hasta el año que viene, buenas fiestas y que 2017 sea, al menos, tan bueno como éste». Y luego, dirigiéndose a los medios de comunicación, aseguró «Me voy de vacaciones».

El relevo no será inmediato ya que, aunque el reglamento de la Cámara, en su artículo 39c, establece como motivo del cese en la Mesa la expulsión del grupo parlamentario, este hecho no se concretará hasta el 9 de enero.

Ese día se reunirá el grupo, se presentará un escrito en el registro de la Cámara y, luego, la Mesa tendrá que tramitarlo e iniciar el proceso de relevo. Hasta ese día, Huertas no sabrá oficialmente que no forma parte de la Mesa y que el socialista Vicenç Thomás, en su calidad de vicepresidente primero, ocupara su puesto.

No hay plazos para que se reúna la Mesa y tampoco está claro cuando se podrá celebrar el pleno. Además, ya ha terminado el periodo ordinario de sesiones que no se reanudará hasta febrero. PSIB y Més pidieron a Podemos que agilizara los trámites pero el partido morado explicó que su reglamento interno no le da opción a convocar al grupo hasta el 9 de enero ya que las reuniones extraordinarias deben producirse con una serie de días de antelación. Esta explicación, todavía irritó más en el Govern y en PSIB y Més.

De momento, y en una actuación que desconcertó en el propio partido, la comisión de garantías sólo se pronunció sobre Huertas y no así por las otras dos personas expedientadas: la diputada Montse Seijas y el exdirigente Daniel Bachiller. Si Seijas en expulsada, y ésta no tiene ninguna duda, Podemos actuará igual que con Huertas: le pedirá que deje el escaño. Tampoco lo dejará y pasará al Grupo Mixto.

Cuando por el automatismo que prevé el reglamento, Huertas deje de pertenecer a la Mesa (aunque se da por hecho que iniciará un procedimiento judicial), Podemos se quedará en un primer momento sin nadie en ese organismo y sólo después se sabrá si vuelve a ostentar la presidencia. Lo de ayer, lo hace difícil.