Diego Torres, el exsocio de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos, tendrá hoy la oportunidad de ratificarse en todas sus anteriores declaraciones que en calidad de imputado –hoy acusado– ha realizado ante el juez José Castro.

Siempre, y cada vez aportando decenas de correos electrónicos, Torres ha mantenido que la Casa Real «estaba detrás» de las actividades realizadas en Nóos y, por lo tanto, «nada clandestino o ilegal» había en la organización de los foros, tanto en Balears como en Valencia.

Por esos encuentros turísticos–deportivos, Torres y Urdangarin facturaron 6,2 millones de euros, que desviaron a sociedades ‘satélites’ del grupo para repartirse el dinero al cincuenta por ciento cada uno, según ha concluido el fiscal anticorrupción Pedro Horrach tras escuchar la versión del excontable –arrepentido– Marcos Antonio Tejeiro.

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El exprofesor de ESADE ha intentado en varias ocasiones involucrar en las actividades de Nóos a la Familia Real, y se ha quejado ante el tribunal por no admitirle documentos que su abogado Manuel González Peeters considera de vital importancia para su defensa.

El letrado solicitó en su momento, que comparecieran en el juicio como testigos el rey Felipe y su padre, Don Juan Carlos, cuestión que fue denegada por el tribunal.

También, pidió, sin conseguirlo que testificaran Pilar de Borbón, Elena de Borbón y Corinna Sayn–Wittgenstein, amiga del rey emérito Juan Carlos I. La declaración de Torres ha despertado una gran expectación y se espera que sea tan o más prolongada que la del excontable Marcos Antonio Tejeiro.