Alberto Vicente, del HC Eivissa, ayer en las oficinas de Periódico de Ibiza y Formentera. | Tomás Sánchez

«Vamos a conseguir la permanencia esta jornada». Así de claro habló ayer Alberto Vicente Luna, jugador del Handbol Club Eivissa. El equipo naranja conseguiría la salvación de manera matemática de ganar esta tarde (Es Pratet, 19.30 horas) al Maristas Algemesí sin tener que mirar a otras pistas, aunque una derrota del Elche, que juega a las 18.00 horas, le brindaría automáticamente la continuidad en la categoría.

El ibicenco considera que «lo importante es ganar para no depender de nadie». En cuanto al adversario, comentó que «es muy semejante» al HC Eivissa. «Juega muy alegre, muy rápido y casi no tiene lanzamiento exterior, como nosotros. Son muy buenos individualmente, juegan bien sin balón y defienden de forma abierta, aunque contra nosotros lo harán cerrados porque somos ‘aquellos locos bajitos’, que es como nos llamaban el año pasado», explicó.

Alberto Vicente está seguro de que el ambiente será espectacular: «La grada siempre responde. Es muy emocionante salir a la cancha y ver cómo se inventan un himno. Es una pasada». El jugador considera que no han dado la talla con respecto a la afición. «No hemos dado la talla con respecto a la afición porque se merece mucho más. Nuestros aficionados se merecen todo. Sin embargo, deportivamente hablando, los puntos hablan por sí solos. No hemos estado a la altura de las expectativas tan grandes que se crearon alrededor del equipo».

El jugador naranja piensa que el hecho de hacer una mala primera vuelta se debió a «la pretemporada». «No puedes llegar a la liga sin jugar un partido amistoso contra un equipo de nivel. No es desmerecer a los conjuntos de la isla, pero estamos acostumbrados a un ritmo y tienes que buscarlo fuera a día de hoy», explicó. Sin embargo, el la campaña anterior sí se hizo una gran primera vuelta y los resultados empeoraron en la segunda: «Entonces sorprendimos a todos con nuestro juego, de mucha velocidad, mucha defensa, muchas piernas y agresividad dentro de lo permitido. Este año tuvimos la mala fortuna de las lesiones y la pretemporada».

Preguntado sobre qué tiene que ocurrir para ver un equipo masculino de balonmano dar el salto a una categoría superior a la Primera Nacional, indicó: «Tiene que darse un cúmulo de cosas. El equipo tiene que estar sano económicamente. El nuestro está sano, pero no hasta tanto nivel. Cada desplazamiento es un suplicio. Tendrían que haber jugadores que quisieran venir a la isla o salgan de la cantera y estén lo suficiente implicados y con ganas de ganar y mejorar. Si seguimos trabajando como lo estamos haciendo, no descartaría que se diera el salto».

Por otra parte, elogió al Puchi, que hoy celebra una cena en el Hotel Ibiza Playa para recaudar fondos de cara al play off de ascenso a la máxima categoría nacional femenina: «Tarde o temprano tenía que llegar esto. Lo que están consiguiendo tiene un mérito enorme».