Christian Sánchez, desequilibrado por un jugador del Sóller durante el partido celebrado el pasado domingo en Formentera. Foto: JUAN JUAN

Disputar el play off de ascenso a Segunda División B tiene visos de que va a estar caro. No en vano, una vez rebasado el primer cuarto de competición, se puede observar que desde la cuarta plaza, la última que da acceso a la fase de ascenso, a la undécima hay tan sólo tres puntos de diferencia, es decir, un partido. La igualdad está siendo tremenda en una categoría en la que todos se están dejando muchos puntos en el camino.

De todas formas, esto no ha hecho más que comenzar y el tiempo dirá si el equilibrio se mantiene o, por el contrario, algunos equipos se destacan antes o después. De momento, lo cierto es que el Mercadal, cuarto clasificado, tiene al Alcúdia, el Poblense, la Peña Deportiva y el Esporles a un punto; al Constància y el San Rafael, a dos; y al Collerense, undécimo, a tres. Más ajustado, imposible.

El Formentera comanda la categoría con 21 puntos de 30 posibles tras la disputa de diez jornadas. El año pasado, a estas mismas alturas, el Llosetense lideraba la tabla con 25 puntos, cuatro más que los rojillos, que marchaban terceros con 19 puntos. El Mallorca B, rival de los peñistas este sábado, ocupa la segunda posición con 20 puntos y el Binissalem, que lleva tres pinchazos seguidos (dos derrotas y un empate), es tercero, con 18, uno más que el Mercadal.

Sorprende ver fuera de la zona de play off al cuadro de Dani Mori, al que le está pasando factura la derrota en los despachos sufrida en la primera jornada contra el Esporles. La alineación indebida de Pacheta hizo que perdira los tres puntos que había ganado en el terreno de juego. De no haber cometido ese error, hoy sería tercero.

Quedan todavía 28 jornadas por delante para esclarecer el futuro de los diferentes equipos en Tercera División. Eso sí, por el momento, todo hace indicar que disputar la fase de ascenso no será fácil. Habrá que ganárselo.